Siempre he tenido la percepción de que un menú superior desplegable para un sitio web con muchas categorías dificulta “descubrirlo de un vistazo” y coloquilamente hablando impide bichear y encontrar nuevas secciones.
En el ecosistema de una gran superficie, la comparación sería la siguiente:
Departamentos aglutinados en una planta o en diferentes plantas a los que se accede por ascensor/escaleras.
Si tan sólo disponemos de 5-10 minutos para realizar nuestra compra y persuadir su finalización, lo más lógico es que de un vistazo o por mera casualidad encontremos una sección de nuestro interés. Las probabilidad de encontrar algo de nuestro interés es mayor en un espacio visualmente abierto. En cambio para saber si hay algo que nos pudiera interesar en la 5ª planta, tendremos que subir hasta ella expresamente y raramente lo haremos, si no lo sabemos de antemano.
Pese a que ocultar las jerarquías principales de la interfaz de una tienda online a través de un menú superior desplegable dan como resultado una interfaz más limpia, intuitiva y aparentemente más moderna, lo cierto es que los datos de navegación comparando un sitio web con mega menú frente a este mismo con menú lateral en árbol clásico dan datos de navegación muy dispares, con un claro vencedor: el árbol de navegación clásico.
Menú superior desplegable megamenú
- Nº páginas por sesión: 6.06
- % Rebote: 48.98%
- Tiempo de estancia: 4m 55s
Menú en árbol clásico
- Nº páginas por sesión: 8.43
- % Rebote: 45.17%
- Tiempo de estancia: 6m 06s
Los datos obtenidos dan como resultado que la mayoría de los usuarios desktop prefieren una navegación en árbol clásica (menos rebote, más páginas visitadas y más tiempo de estancia) frente a la modernidad de un menú desplegable.
A veces no es malo dar marcha atrás y saber cuando nos hemos equivocado implementado un cambio en la interfaz que nuestros usuarios no necestiban simplemente porque está de moda en otros contextos, queda más bonito o la competencia también la usa.
En este caso, si se hubiese realizado un test de personas real se podría haber detectado que el cambio no era acertado para re-ordenar nuestra arquitectura de la información. Este es el valor añadido del UX, que en los proyectos de poco presupuesto o de tiempos de entrega express se tienen que hacer rectificando, con el método científico de prueba-error.
Como siempre comento en estos análisis de datos o en test A/B (este no ha sido un test A/B, sino un análisis de datos de navegación antes y después, promediando) no son extrapolables a otros sectores, sino al proyecto concreto. Aunque tal vez si se puedan extraer algunas ideas, sobre todo cuando el árbol de categorías o el catálogo sea muy amplio.
A partir de ahora, en caso de duda, creo que voy a empezar a usar el criterio amazon. Si amazon no lo hace, por algo será, lo tienen medido.