Llevo pensando en esto unos días, a raíz de una propuesta de trabajo que me han hecho para una empresa proveedora de tecnología con un interesante departamento de desarrollo web, a los que personalmente ya conozco. Mi perfil parece que se adecua bien, quizá porque he podido conocer varios ecommerce desde dentro, desde la fase inicial, la lanzadera, e incluso he visto grandes caídas por el camino, también mucho éxito.
Yo tengo mis dudas, porque llevo ya más de 8 años siendo productivo desde mi oficina/casa. Lo bueno es que podría abandonar mi condición de autónomo y tendría la oportunidad de vivir esa experiencia que sé que es necesaria para mí, para seguir formándome y llegar a casa sin necesidad de estar pendiente del móvil o emails… Aunque mejor hablaremos de este dilema personal en otro momento.
En mi último trabajo (como autónomo dependiente) estábamos en el punto de monitorizar la competencia: scrapping de precios, mejorar precios, tarifas por zonas geográficas y preparando trampas para que los bots de la competencia recogiesen precios incorrectos… Curiosamente el otro día visité a Harrys (parece que esta vez si vamos a rediseñar su tienda online) y él está en ese mismo punto de rastreo y monitorización de la competencia donde yo estaba anteriormente, aunque creo que él ya hacía esto desde el principio. Esta es la realidad de un ecommerce retail por dentro, no es necesario inventarse una campaña superguay de marketing porque la fidelidad es demasiado costosa y el valor añadido es el precio -en igualdad de condiciones-y por eso tarde o temprano se necesita esta información y desarrollo de este tipo de herramientas.
El usuario final quiere precio, un ecommerce agilidad
Al igual que para el consumidor lo que prima es el precio, el empresario lo que necesita es agilidad y velocidad de reacción para desarrollar nuevas funcionalidades, casi siempre con campañas de precios o fidelización exóticas para mañana: 4+1 compra 5 artículos y te regalo el más barato —pero que no sean de estas cuatro marcas ni el mismo artículo repetido 5 veces—; un día sin IVA —con la suerte de que tienes productos con los 3 tipos de gravamen y proveedores que no te permiten tocar sus marcas—; activar un precio específico sólo para los que abran un email; y todo esto conviviendo con una campaña de afiliados que no debería interferir ni con las tarifas de cliente. ¡Ahhhh! También se pueden hacer pequeñas mejoras en el backend para que los empleados no tengan que hacer más horas extras que no quieren hacer, esto tal vez es lo más satisfactorio a nivel profesional.
En definitiva, el empresario necesita mucha agilidad, programación muchas veces tosca de usar y tirar (orientada a if), con una capa de diseño algo compleja para presentarla de la manera más novedosa y lo más espectacular posible, porque esta nueva promoción tiene que dejar a la competencia boquiabierta y no van a poder copiarla de momento, van a tardar 4 meses porque ellos no tienen equipo de desarrollo. Y aquí es dónde quería llegar: ellos hoy no tienen equipo de desarrollo pero mañana lo acabarán teniendo.
Ser referente no por cantidad sino por conservar grandes cuentas
La realidad es que para ser un referente como proveedor de ecommerce hacen falta algunos mega-proyectos estandarte, que te puedan hacer líder como proveedor de soluciones tecnológicas en el sector. Lo que siempre se ha dicho, crecer con el cliente, conociendo mejor el canal sin perder la comodidad de pequeños comercios. Es decir, es necesario mantener grandes cuentas online para que seas un referente del ecommerce y puedas ofrecer calidad y experiencia de verdad.
En el mercado actual hay partners certificados de herramientas que ofrecen precios bastante arriesgados: su comercio online por 499+iva o su tienda online con diseño propio por 799+iva. Para nada quiero desmerecer este tipo de políticas, que seguramente son para ellos muy rentables y con buenos resultados, pero yo no lo haría y estoy seguro que esta empresa tampoco, ese tipo de precios como proveedor de comercio electrónico lo veo más enfocado para otro público que “necesita probar a vender online, su primera experiencia no puede ser un gran desembolso”. Con total seguridad la gran mayoría de esos proyectos van a acabar desvinculados: “Mientras muchos se extinguirán, otros irán formando un equipo propio”.
Mi percepción tanto por lo vivido personalmente, escuchado y comentado sobre el retail en ecommerce es que finalmente el empresario acaba formando su propio equipo de desarrollo en las tiendas que acaban funcionando. No por la calidad del desarrollo, tampoco por ahorre de costes, simplemente por la rapidez y agilidad con la que se pueden crear nuevas características de la tienda online.
Resumiendo, creo que para poder conservar grandes cuentas es necesario adelantarse a esa jugada y tener soluciones preparadas porque el empresario requiere unos tiempos que no entran en el circuito “comercial + análisis + presupuesto + ejecución + testeo + producción”.
Y autorespondiéndome, se puede ser un referente en cuanto a cantidad de proyectos, pero en cuanto a calidad y mantener grandes cuentas es muy complicado, tengo mis serias dudas.
Un visionario